La vida de Wollstonecraft fue objeto de críticas e interés a causa de su forma de vivir poco convencional. Vivió varios romances, y a pesar de ser contraria a los principios del matrimonio se casó con el filósofo William Godwin, quién publicó las memorias de su vida después de su muerte. Ante esta publicación, la reputación de Mary se vio desaprobada durante más de un siglo.
En su obra “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792), la escritora argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores a los hombres, sino que parecen serlo, puesto que no reciben la misma educación. Con esta obra, establece las bases del feminismo liberal y se convirtió en una de las mujeres más populares de la época a Europa.
La historia de Mary no interesó durante mucho de tiempo. A nadie le gustaba que una mujer pudiera pedir los mismos derechos entre hombres y mujeres. Su vida estuvo marcada por la tragedia, a causa de las circunstancias personales y familiares, pero aun así consiguió luchar para defender todo lo que consideraba justo.
A pesar de que su historia y obra quedaron silenciadas y guardadas en secreto porque nadie se atrevía a reivindicar los derechos de la mujer que Mary siempre defendía, décadas más tarde, con el surgimiento del movimiento feminista, previo a comienzos del siglo XX, la popularidad de Wollstonecraft aumentó a causa de sus novelas, cuentos, ensayos y relatos que trataban la igualdad para la mujer y, además,sus críticas a la feminidad convencional de la época empezaron a establecerse despacio en los nuevos pensamientos.
Mary Wollstonecraft murió el día 10 de septiembre de 1797, con tan solo 38 años, por culpa de complicaciones derivadas del parto de su hija. Es considerada la primera filósofa de la historia y una de las mujeres más trascendentes del mundo moderno. Una mujer que no permitió que nadie le negara la visión de la mujer que sentía que era cierta, con una independencia como ninguna otra mujer había podido soñar y con el objetivo de convertirse en una figura intelectual de renombre. Demostró que si un hombre podía vivir de su intelecto, una mujer no estaba menos capacitada para hacerlo.