Dedicamos este Miércoles Violeta a la activista Nadia Murad
17/05/2023
El espacio del “Miércoles Violeta” de esta semana va dedicado a laactivista por los derechos humanos Nadia Murad Basee Taha, nacida en 1993 en Irak y embajadora de buena voluntad por la dignidad de los supervivientes de tráfico de personas de las Naciones Unidas desde el mes de septiembre de 2016.

La vida personal de Nadia no ha sido nada fácil. Su familia y ella trabajaban a una granja y pertenecían a la minoría ética religiosa yazidí. En el año 2014, la comunidad yazidí se vio acorralada por los combatientes del Estado islámico, quienes tomaron como esclavas a más de 6500 mujeres jóvenes y asesinaron a 600 personas, entre ellas, a su madre y a seis hermanos y hermanastros de Nadia. Estos actos fueron condenados por las Naciones Unidas como genocidio.

Nadia Murad fue una de las jóvenes retenidas en la ciudad de Mosul. Fue quemada con cigarrillos, golpeada y víctima de múltiples violaciones colectivas. Después de once meses, fue capaz de escapar de su secuestrador, a causa de un descuido al dejarse la cerradura abierta, antes de que la vendieran en el mercado negro. Fue acogida por una familia vecina que la ayudó a salir clandestinamente de la zona controlada por el Estado Islámico, lo que le permitió llegar al campamento de refugiados Rwanga en Duhok, ciudad en el norte de Irak. Gracias a una ayuda para personas refugiadas, durante el año 2015 consiguió llegar a Alemania donde se convirtió en la primera Embajadora de Buena Voluntad para la Dignidad de los Supervivientes del Tráfico de Personas.

Su memoria "Yo seré la última: Historia de mi cautividad y lucha contra el Estado islámico" fue publicada en 2017. Además es fundadora de la iniciativa Nadia, una organización dedicada a ayudar a mujeres y niños víctimas de genocidio, crímenes de guerra y tráfico de personas, y para reconstruir sus vidas y comunidades.

El día 5 de octubre de 2018, la activista recibió el premio Nobel de la Paz por su incansable lucha por los derechos humanos y por sus muestras de valentía y de un sentido del compromiso extraordinario. La violencia contra las mujeres y niñas es la forma predominante de violación de los derechos humanos en todo el mundo. Es la verdadera lacra a la cual Nadia Murad confronta con fuerzas, perseverancia y valentía.